Marrón y Naranja en el Diseño Neuroinclusivo
Marrón y Naranja en el Diseño Neuroinclusivo
En el próximo capítulo de nuestra serie sobre diseño neuro-inclusivo, nos adentraremos en la calidez y versatilidad del marrón y el naranja.
Estos colores son conocidos por sus propiedades de estabilidad y energía, mientras ayudan a crear ambientes que equilibren las necesidades de las personas neurodiversas.
La reconfortante presencia del marrón
El marrón es un color terrenal y atemporal; aporta calidez, estabilidad y sensación de seguridad. Sus tonos naturales son muy relajantes y no resultan invasivos, por lo que son ideales en ambientes creados para personas neurodiversas, especialmente para aquellas que experimentan sobrecargas sensoriales.
Para las personas autistas, que a menudo son sensibles a colores brillantes o intensos, los tonos marrones ofrecen un fondo neutro y tranquilo, ayudando a reducir su carga de sensaciones. De forma similar, quienes presentan TDAH o Tourette pueden encontrar un efecto calmante en el marrón, ya que crea una sensación de tranquilidad sin ser ni demasiado aburrido ni demasiado estimulante.
- F8751 Mojave: Este tono, claro y neutro, crea un ambiente relajante y sencillo. A diferencia de otros colores neutros como el blanco o el gris, añade más calidez y comodidad a los espacios. Para quienes son sensibles a los entornos fríos, el toque suave de Mojave ofrece una estimulación suave sin llegar a ser algo abrumador.
- F0903 Cafe: Un marrón de tono intermedio que transmite confort y calidez. Es un fondo neutro que combina bien con muchos colores y estilos. Su versatilidad lo hace adecuado para todo tipo de ambientes, desde hogares hasta oficinas.
- F0187 Kashmir: Perfecto para salones o dormitorios, este tono genera una sensación de seguridad y confort. Para personas neurodiversas que sufren ansiedad, un marrón cálido como Kashmir puede crear un entorno acogedor y calmado.
- F8140 Brick y F8239 Henna: Con un toque rojizo, esta gama de tonos marrones evoca la calidez de los colores naturales, aportando un toque rústico y sofisticado. En personas que padecen el síndrome de Tourette, les puede ayudar a crear un ambiente relajante que minimice los factores de estrés.
- F2200 Dark Chocolate: Un color oscuro, rico y lujoso que aporta calidez y seguridad, muy adecuado para espacios íntimos. Sus cualidades relajantes son especialmente beneficiosas para personas con trastornos de procesamiento sensorial, ya que crean un ambiente que favorece la relajación.
En el diseño neuro-inclusivo, la capacidad del marrón para generar sensaciones de seguridad, estabilidad y calma lo convierte en una herramienta poderosa. Al incorporar diferentes tonos marrones, los diseñadores pueden crear espacios que no solo se vean acogedores, sino que también promuevan el bienestar de las personas neurodivergentes.
El Poder Estimulante del Naranja
El naranja es un color energético y estimulante, tanto emocional como físicamente. Es un tono alegre y vibrante que invita a la interacción y a la positividad, pero debe usarse con cuidado en el diseño neuro-inclusivo, especialmente con personas sensibles a la sobreestimulación.
En personas con TDAH, por ejemplo, los tonos naranjas más suaves ayudan a conseguir un equilibrio entre energía y concentración. Sin embargo, un naranja demasiado brillante, puede estimular más de lo esperado y generar inquietud. Para quienes padecen Tourette, los tonos naranjas terrosos y apagados se pueden usar sin provocar ansiedad o estrés.
Aquí encontrarás algunos tonos naranjas de la Colección de Laminados Formica®:
- F4161 Terracotta y F8241 Earthenware: Suaves y terrosos, estos tonos naranjas ofrecen estabilidad y calidez. Su conexión con la naturaleza crea ambientes seguros que promueven el bienestar.
- F3210 Levante: Un naranja más brillante que aporta energía y entusiasmo a cualquier espacio. Es perfecto para zonas donde se necesita enfoque y creatividad, como oficinas, aulas o espacios comunes de colaboración. Aunque es vibrante, no llega a ser tan intenso como el rojo, proporcionando un estímulo sensorial equilibrado, especialmente cuando se combina con tonos neutros.
Cuando hablamos de diseño neuro-inclusivo, la clave para usar el naranja de manera efectiva es la moderación. Aunque este color puede dar energía y mejorar el estado de ánimo, es importante no sobrecargar los sentidos. Para personas con autismo o Tourette, los tonos naranjas suaves pueden ofrecer calidez sin desencadenar estrés o sobrecarga sensorial.
Adaptar Los Colores A Las Necesidades Neurodiversas
A la hora de diseñar espacios para personas neurodiversas, hay que saber que los colores tienen un papel fundamental en cómo se percibe el entorno. La calma que aporta el marrón, combinado con la energía del naranja, ofrece un equilibrio dinámico que se puede ajustar a diferentes necesidades.
Para personas autistas, los marrones suaves y los naranjas apagados crean un entorno tranquilo y relajante. En cambio, los tonos más brillantes pueden generar incomodidad, por lo que deben usarse con moderación o en espacios donde se busque más estimulación sensorial.
Para personas con TDAH, los marrones cálidos y profundos pueden ayudar a mejorar la concentración, mientras que un toque de naranja suave puede estimular la creatividad sin generar distracción. Los tonos naranjas más brillantes, en pequeñas dosis, pueden ser útiles en espacios de trabajo comunes o estudios creativos.
Para quienes padecen Tourette, los tonos terrosos y apagados -como los marrones suaves y los naranjas sutiles-, ayudan a crear un ambiente tranquilo. Los colores brillantes o intensos, como el naranja o el rojo, deberían evitarse, ya que pueden desencadenar estrés y ansiedad, disparando los síntomas.
Incorporar el marrón y el naranja en los espacios neuro-inclusivos ayuda a crear entornos que no solo son visualmente atractivos, sino que también están diseñados para responder a las necesidades sensoriales y emocionales de las personas neurodiversas.